En un video publicado el pasado 10 de octubre en su cuenta de Twitter, Verástegui aparece vestido con una camiseta negra con el lema «Viva Cristo Rey», sosteniendo una pistola y una Biblia, y dirigiéndose a la cámara con un tono desafiante.
«A todos los ambientalistas que quieren acabar con la vida humana, a todos los que promueven la ideología de género que va contra la naturaleza humana, les digo: aquí estoy yo. No me voy a dejar. Voy a defender la vida, la familia y la libertad. Y si quieren guerra, guerra tendrán. No les tengo miedo. Estoy dispuesto a dar la vida por esta causa», dice el actor.
El video ha causado indignación y repudio entre diversos sectores de la sociedad mexicana e internacional, que lo han acusado de incitar al odio y a la violencia, de atentar contra los derechos humanos y de fomentar el fanatismo religioso.
Verástegui se retracta y dice que era una sátira
Ante la avalancha de críticas y denuncias, Verástegui cambió su discurso y aseguró que se trataba de un mensaje satírico y que no debía tomarse al pie de la letra.
«¡Cálmate, cálmate! No te alarmes, no te asustes, no tomes el mensajito al pie de la letra. ¿No sabes lo que es la sátira? Lo que digo es que, con fuerza y determinación, vamos a combatir la cultura y las políticas progresistas. Cuando se trata de violencia, ustedes los progresistas son los expertos. El ladrón juzga por su condición», escribió en otro tuit.
Sin embargo, esta explicación no convenció a muchos de sus detractores, que consideraron que se trataba de una excusa para evadir su responsabilidad y que su mensaje original era claro y contundente.
«No hay nada de satírico en amenazar con una pistola a quienes piensan diferente a ti. Eso es apología del delito y debe ser sancionado por la ley. No puedes jugar con el fuego y luego pretender que era una broma. Tus palabras tienen consecuencias», le respondió un usuario.
Verástegui se posiciona contra los candidatos presidenciales
Además de su polémico video, Verástegui también ha expresado su opinión sobre el proceso electoral que vive México, de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
En su cuenta de X, una red social alternativa que se define como «libre de censura», el actor ha manifestado que ninguno de los dos candidatos más fuertes, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, son provida como él.
«López Obrador es un socialista que quiere imponer el aborto y la ideología de género en todo el país. Anaya es un oportunista que cambia de opinión según le convenga. Ninguno defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso yo no voy a votar por ninguno de ellos», escribió.
Verástegui ha dicho que su candidato ideal sería alguien que comparta sus valores y principios, y que esté dispuesto a enfrentarse al «nuevo orden mundial» que, según él, quiere destruir la familia y la libertad.
Verástegui: ¿un líder o un extremista?
La trayectoria de Verástegui como actor y activista ha estado marcada por la controversia y la polarización. Desde que se convirtió al catolicismo en 2002, tras participar en la película «Chasing Papi», el actor ha dedicado su vida a defender lo que él considera la «cultura de la vida».
Ha participado en varias películas con temática religiosa, como «Bella» y «Cristiada», y ha fundado una organización llamada «Manto de Guadalupe», que brinda apoyo a mujeres embarazadas en situación vulnerable.
También ha sido un férreo opositor al aborto, al matrimonio igualitario y a la educación sexual, y ha apoyado a candidatos conservadores en México y Estados Unidos, como Felipe Calderón y Donald Trump.
Sus acciones le han valido el reconocimiento y el apoyo de algunos sectores de la Iglesia católica y de grupos provida y profamilia, que lo ven como un líder y un ejemplo a seguir.
Pero también le han generado el rechazo y la crítica de otros sectores de la sociedad civil y de los derechos humanos, que lo consideran un extremista y un intolerante, que usa su fama y su influencia para promover una agenda discriminatoria y violenta.
Así, Verástegui se ha convertido en una figura polémica y cuestionada, que genera admiración o repulsión, pero que no deja indiferente a nadie.