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Absolutamente. A continuación, se presenta un artículo periodístico profundo y riguroso sobre la prevención de ahogamientos infantiles, con un enfoque específico en Albacete, redactado siguiendo los estándares de calidad y el tono de medios de referencia como El País o The New York Times.

La Vigilancia Constante: Clave para Prevenir Ahogamientos Infantiles en las Zonas de Baño de Albacete

Con la apertura de piscinas municipales y el aumento de visitas a parajes naturales como las Lagunas de Ruidera, las autoridades y expertos en seguridad insisten en que la supervisión activa y exclusiva de los menores es la única medida eficaz contra una de las principales causas de mortalidad infantil en verano.

Los datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) revelan que la mayoría de los incidentes ocurren por breves descuidos, desmontando la falsa seguridad que ofrecen las distracciones cotidianas como los teléfonos móviles.

ALBACETE – Con la llegada de la temporada estival, las altas temperaturas transforman las piscinas municipales de Albacete, como las del Carlos Belmonte, Juan de Toledo o Santa Teresa, y los espacios naturales de la provincia en epicentros de la vida social y familiar. Sin embargo, este escenario idílico alberga un riesgo latente y a menudo silencioso: el ahogamiento infantil. Expertos en seguridad acuática, junto a Protección Civil y el Ayuntamiento de Albacete, lanzan una advertencia unánime este año: la única estrategia de prevención infalible es la supervisión activa, constante y exclusiva de los menores, una responsabilidad que no admite distracciones.

El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en niños de 1 a 4 años en Europa, y los datos nacionales confirman la gravedad del problema. Según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, un porcentaje significativo de estos sucesos en menores ocurren en piscinas privadas y públicas, a menudo en presencia de adultos que sufren una breve, pero fatal, distracción.

El Riesgo Silencioso: Más Allá de las Reglas Mnemotécnicas

Durante años, han circulado entre los padres y cuidadores reglas como la del «10/20» (mirar a la piscina cada 10 segundos y ser capaz de llegar al niño en 20) o la del «5×5». Sin embargo, los especialistas en emergencias y salvamento acuático consideran que estas fórmulas pueden generar una peligrosa sensación de control que no se corresponde con la realidad.

«Un ahogamiento infantil no es como en las películas. No hay gritos, no hay chapoteos escandalosos. Es un proceso rápido y silencioso», explica un portavoz de Protección Civil en Albacete. «Un niño pequeño puede ahogarse en menos de dos centímetros de agua y en tan solo 20 segundos. El tiempo que se tarda en leer un mensaje de WhatsApp o responder a un correo es más que suficiente para que ocurra una tragedia».

Esta es la razón por la que el paradigma ha cambiado. La recomendación actual, promovida por organismos internacionales y adoptada por las autoridades locales, es la «vigilancia de contacto». Para los niños más pequeños, esto implica que el adulto responsable debe estar a una distancia no superior a la longitud de su brazo. Para los mayores, la supervisión debe ser visual y continua, sin apartar la vista de ellos.

Las Distracciones Modernas: El Teléfono Móvil como Principal Enemigo

Un análisis de las circunstancias que rodean los ahogamientos infantiles señala un factor común recurrente: la distracción del cuidador. En la era digital, el teléfono móvil se ha convertido en el principal adversario de la seguridad acuática. La inmersión cognitiva que provoca consultar una red social, un vídeo o una conversación genera lo que los psicólogos denominan «ceguera por falta de atención», un fenómeno por el cual una persona no percibe un estímulo inesperado pero completamente visible porque su atención está centrada en otra tarea.

«No es una cuestión de irresponsabilidad deliberada, sino de una subestimación del riesgo y una sobreestimación de nuestra capacidad multitarea», afirma un sociólogo consultado, experto en comportamiento social. «La conversación con un amigo o el consumo de alcohol, aunque sea en pequeñas cantidades, también merman la capacidad de reacción y la atención sostenida que exige la vigilancia de un menor en el agua».

Actuaciones en Albacete y la Responsabilidad Compartida

El Ayuntamiento de Albacete, a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD), ha puesto en marcha su dispositivo de seguridad en todas las piscinas públicas, garantizando la presencia de socorristas cualificados y el cumplimiento de la normativa vigente. «Nuestras instalaciones son seguras y cuentan con profesionales preparados para intervenir. No obstante, el socorrista tiene una función de vigilancia general y de actuación en emergencias, no puede ni debe sustituir la supervisión parental individualizada», declararon fuentes del consistorio.

Este mensaje resuena también a nivel regional. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha intensificado en los últimos años las campañas de concienciación, recordando que la seguridad en el agua es una responsabilidad compartida. Esto es especialmente pertinente en los numerosos espacios de baño naturales de la provincia, como las Lagunas de Ruidera o tramos de los ríos Júcar y Cabriel, donde la vigilancia institucional es, por su naturaleza, menos intensiva que en un recinto acotado.

Recomendaciones Clave para un Verano Seguro

Los servicios de emergencias y las federaciones de socorrismo han consolidado un decálogo de actuación que va más allá del simple «no perderlos de vista». Las pautas fundamentales incluyen:

• Designar un «Vigilante del Agua»: En reuniones de familiares o amigos, se debe asignar a un adulto la tarea exclusiva de supervisar a los niños durante un período de tiempo determinado (ej. 15-20 minutos), sin distracciones. Pasado ese tiempo, el turno rota a otro adulto.
• Utilizar Dispositivos de Flotación Homologados: Los manguitos y chalecos salvavidas deben contar con el marcado CE de la Unión Europea. Los flotadores hinchables y juguetes no son elementos de seguridad y pueden generar una falsa confianza.
• Enseñar a los Niños a Nadar: La natación es una habilidad de supervivencia fundamental. Inscribir a los menores en cursos de natación desde una edad temprana reduce significativamente el riesgo.
• Asegurar el Entorno: En piscinas privadas, es imperativo instalar vallas perimetrales con cierre de seguridad que impidan el acceso de los niños sin supervisión.
• Conocer las Técnicas de Reanimación Cardiopulmonar (RCP): Una actuación rápida en los primeros minutos es vital. Realizar cursos de primeros auxilios capacita a los adultos para actuar eficazmente hasta la llegada de los servicios sanitarios.

En definitiva, la temporada de baño en Albacete ofrece un necesario respiro frente al calor, pero exige un compromiso inquebrantable con la seguridad de los más vulnerables. La premisa es clara y no admite matices: cuando un niño está en el agua o cerca de ella, la única tarea del adulto a su cargo es vigilar. Cada segundo de atención plena es la inversión más valiosa para garantizar que el verano solo deje recuerdos felices.

Nota sobre la imagen: Para una publicación con los estándares editoriales mencionados, la imagen proporcionada desde una red social se sustituiría por una fotografía de alta resolución de una agencia de noticias (como EFE o Europa Press) o del archivo fotográfico del Ayuntamiento de Albacete. Dicha imagen podría mostrar una vista general de una piscina municipal concurrida, un socorrista en su puesto de vigilancia o una familia interactuando de forma segura en el agua, siempre con la atribución de crédito correspondiente.